El arce, símbolo de la resurrección de la naturaleza, nos regala su almíbar. No es un simple condimento, sino también una alternativa que puede sustituir a productos demasiado dulces (azúcar refinada, chocolate para untar, mermeladas, etc.). Además, el jarabe de arce es mucho más saludable. Contiene 1/3 menos de azúcar que el azúcar de mesa (32 % de agua y 68 % de carbohidratos).
A diferencia de otros productos comerciales (chocolate derretido, mermelada, compotas, etc.), el jarabe de arce es natural. De hecho, proviene de la savia de arce. Aparte de cocinar, no hay otra transformación.
Este jarabe es adecuado para sujetos intolerantes. Por supuesto, no contiene ningún alérgeno (nueces, leche, gluten, etc.).