El jarabe de arce no es solo un condimento dulce. Rica en sus 24 antioxidantes, también está compuesta por vitaminas (B2, B5, B6…), minerales (magnesio, fósforo, calcio…), ácido fólico y otros elementos esenciales para el bienestar. Por lo tanto, participa en la regeneración celular. Las propiedades antiinflamatorias son reconocidas en este producto de arce. Teniendo esto en cuenta, combate eficazmente el alzhéimer y la diabetes. Además, su índice glucémico es más bajo que el azúcar. Por ello, suele ir asociado a una dieta debidamente equilibrada. Sin embargo, para evitar ganar kilos de más, se consume respetando los límites. Si está controlando su nivel de azúcar en la sangre, combine el jarabe de arce con recetas saladas. Son especialmente los adobos los que se utilizan para realzar el sabor de la carne. No tienes nada que temer al usar este producto natural, ya que está completamente libre de químicos.